Solo tres años después de que los Rolling Stones encontraran la inspiración para bautizar a su banda en el tema de Muddy Waters Rollin’ Stone, concretamente en junio de 1965, un tal Bob Dylan estaba grabando su nuevo sencillo. Sin saber que sería considerada por muchos como la mejor canción de todos los tiempos.
A la vuelta del Reino Unido, Dylan empezó a escribir un vómito de pensamientos para su novela experimental Tarántula. Ese vomito cerebral sobre papeles en blanco fue tomando un ritmo y de ahí salió Like A Rolling Stone.
El texto final de la canción es un estallido lleno de sarcasmo y surrealismo. Está dirigida a una Señorita Solitaria imaginaria, una chica rica y mimada de clase acomodada que cae en desgracia, viviendo en la calle y sin hogar. Aunque sin duda tiene fuertes trazos de ambigüedad, y parece difícil saber si es una mujer, un hombre o más gente.
«¿Cómo se siente, estar sin hogar, sin dirección a casa, como un completo desconocido, como una piedra rodante?»
Bob Dylan en Like a Rolling Stone
Más que una canción, Like a Rolling Stone es un estado emocional, así como un interminable saco de significados que involucran un momento crucial de nuestra historia.
Es el himno de una generación que celebra la búsqueda de la libertad fuera de las reglas sociales establecidas, una amenaza para el estilo de vida estadounidense y sus ídolos. Es la experiencia existencial de una persona obligada a perder el rumbo para encontrarse a sí misma, una historia de caída y redención en la que el fracaso es visto como una epifanía. Es también la catarsis de quienes han rechazado un estatus favorable. Sin embargo, aparte de los muchos significados y enigmas, la historia de Miss Lonely, o Señorita Solitaria, parece ser solo un pretexto, si se relaciona con el estado de ánimo creado por la canción.
El espíritu de la Generación Beat de los 60 impregna la melodía. Un anhelo romántico de una vida libre y auténtica, una búsqueda de uno mismo, o una misma. Un soplo de aire fresco de la vanguardia de aquellos años se convirtió de repente en una canción pop eterna.
Como entonces ignorar que 30 años después, una banda británica que tomó su nombre prestado de una leyenda del blues como Muddy Waters, tomara también prestado un himno que tiene su nombre por título. Bajo el lema de que una piedra rodante nunca tiene musgo, The Rolling Stones no han parado de rodar en todas estas décadas. Como una piedra rodante. Quiero ser un Rolling Stone en mi próxima vida. Like a Rolling Stone.
