La relación entre la música y la Iglesia no sólo ha vivido desencuentros como el de la cantante Sinéad O’Connor. Por supuesto, también está llena de puentes. En concreto, de puentes entre cantantes que se han criado cantando en misas y sus canciones a veces religiosas, a veces paganas.
La reina del soul, Miss Aretha Franklin, es uno de los numerosos casos de artistas con un claro origen religioso. Hija de un sacerdote baptista de Detroit, con tan solo 12 años iba de gira de iglesia en iglesia actuando con un coro de góspel. Lo que ocurrió después… bueno, pues ya lo sabes ¿no?… forma parte de la Historia de la Música (así en mayúsculas) y es de todos conocido… pero hay que decir que sus raíces religiosas nunca desaparecieron. Dejó buena prueba de ello a lo largo de su carrera musical. Escuchamos una pequeña pero grandiosa muestra de ello en este himno religioso grabado en directo…