Rollin’ stone, rollin’ stone
One day you’ll be all alone
Bala perdida, bala perdida
Un día te encontrarás solo
Toda una advertencia, una canción en forma de moraleja para esa gente que encuentra el placer en esa idea de ir rodando, picando de flor en flor, aparcando por un momento el sombrero en una casa, para luego pasar a otra. O, en la versión moderna del siglo XXI, pasando los días de cita en cita de Tinder. Pero sin sentar nunca la cabeza.
Que no somos nosotros de dar lecciones a nadie, ni de decir lo que tiene que hacer cada cual con su vida. Pero quizás es bueno que se sepa que los y las picaflores con el tiempo se pueden dar cuenta de que se han quedado para jugar al solitario.
Y no pienses solo en parejas amorosas. Lo mismo sirve para las amistades. Más vale tener buenos lazos a los que aferrarse en la vida. Que las relaciones esporádicas son hambre para mañana.
Pero mejor que te lo cante uno de esos grupos duduá que (lo sé) son una de mis debilidades. Rescato aquí a una formación llamada The Marigolds que triunfó en 1955 con una canción titulada (cómo no) Rollin’ Stone.
Cuesta trabajo encontrar el rastro hoy en día de la historia de este grupo en Internet. Quizás, quién sabe, porque sus miembros tenían una peculiar característica. Y es que eran presidiarios. No “ex-presidiarios”, no. Presidiarios.
Ensayaban en la cárcel y les dejaban salir sólo para grabar y dar algún que otro concierto. Igual es por eso que la historia no ha sido lo suficientemente generosa con esta gente a la que quiero yo hoy rescatar en este Rollin’ Stone que tan bien luce en nuestra querida PLAYJUKEBOX.