Me gustaría recordar a alguien que se nos fue el año pasado. Un soñador, un creador, un mago, un compositor de fantasías visuales, un provocador que te sacudía con su fotografía. Tuve la inmensa suerte de tener como profesor, mentor y amigo al maestro Miguel Oriola. Miguel es un ejemplo de transgresión creativa… alguien que reorganizó y planteó una nueva manera de hacer fotografía. He conocido a muy pocas personas tan honestas como él. Fue sin duda mi padrino… ese mentor en el que me inspiraba y en el que lloraba sobre su hombro cuando llovían las dudas sobre mi.
Sé que a Miguel no le habría molado nada esto que estoy haciendo. El estaría diciendo que esto es una moñada y una cursilería… que ha palmado y punto. Es curioso, ni siquiera sé de qué murió. Y la verdad es que no me importa… ¿ves? Eso le habría gustado, que no me importara el porqué de su marcha.
Miguel decía que había que enfrentarse a las imágenes sin que te importara una mierda lo que otros pensaran. Trabajé con el como asistente esporádicamente en el filo del siglo XX. Con él terminé de enamorarme perdidamente de la fotografía y ha sido mi medio y mi oxígeno hasta hoy mismo, aquí y ahora.
Recuerdo un día que estábamos currando en el estudio… en la radio sonaba Smashing Pumpkins… me pidió que subiera un poco el volumen. Entendí que le gustaba esta banda y en uno de sus cumpleaños, no me acuerdo cual, le regalé el disco Mellon Collie and The Infinite Sadness donde se incluye, entre otras canciones, Bullet With Butterfly Wings. Me miró con esa mirada tan profunda que él tenía, sin decir nada lo metió en su bolsa y me dio una palmada en el hombro con esa sonrisa picarona que estoy viendo ahora mismo.
El tiempo nunca es tiempo, en absoluto,
nunca jamás te puedes marchar
sin dejar un parte de juventud.
Y nuestras vidas han cambiado para siempre,
nunca seremos los mismos.
Cuanto más cambias, menos sientes.
Cree, cree en mí, cree, cree
que la vida puede cambiar,
que no estás atascado en vano.
No somos los mismos, esta noche somos diferentes.
Esta noche, esta noche.
Tan brillante.
Esta noche, esta noche.
Y sabes que nunca estás segura,
pero estás segura de que podrías tener razón.
Si te aferraras a la luz,
y las ascuas nunca se apagasen
en tu ciudad junto al lago.
El lugar donde naciste.
Cree, cree en mi, cree, cree.
En la resuelta urgencia del ahora,
y si crees que esta noche no hay ninguna oportunidad.
Esta noche, esta noche.
Tan brillante.
Esta noche, esta noche. Esta noche crucificaremos a los hipócritas.
-Esta noche-
Haremos las cosas bien,
esta noche lo sentiremos todo.
-Esta noche-
Encontraremos una forma de
ofrecer en sacrificio la noche, esta noche.
-Esta noche-
Los momentos indescriptibles de tu vida.
-Esta noche-
Lo imposible es posible esta noche.
-Esta noche-
Cree en mí como yo creo en ti, esta noche.
Esta noche, esta noche.
Esta noche, esta noche.