Esta semana son los labios los que nos dejan asomar canciones, artistas que merecen una escucha.
Como el músico, el maestro legendario que nos va a deleitar a continuación. Se le considera uno de los músicos más relevantes del siglo XX. Suyo es el álbum de jazz más vendido hasta la fecha. El Kind of Blue del que se han vendido más de 5 millones de copias sólo en Estados Unidos.
Hablo de MILES DAVIS. Cuyos labios portentosos dejaron una huella que todavía perdura entre tantos músicos posteriores. Además de ser un gran trompetista, también supo arriesgar. Innovar. Probar con la mezcla de otros estilos. En una época en la que podía haber continuado con su éxito sin salirse del jazz puro.
Pero MILES DAVIS quiso más. Quiso acercar el jazz a otros ritmos y músicas con las que congeniaba. A la hora de elegir un tema con el que representar en este programa a esos labios geniales, había muchas opciones disponibles. Pero finalmente me decanté por un tema que es un ejemplo también de esa innovación que persiguió un MILES DAVIS ya consagrado en los últimos años de su carrera.
En el año 1992 salió al mercado el último disco grabado en vida por el músico. La idea de este álbum surgió cuando MILES DAVIS estaba sentado en su apartamento en Nueva York con la ventana abierta. Era verano y a través de la ventana abierta se colaba la banda sonora de la calle. Sus coches, su gente, el zumbido de los aires acondicionados… Lo que el músico quiso fue grabar un álbum que reflejara esta banda sonora.
Y para ello se rodeó de un equipo de gente joven. El productor EASY MO BEE procedía del mundo del hip-hop. Aunque los más puristas se escandalizaron con el resultado, nosotros en JUKEBOX creemos que refleja bien ese espíritu de constante exploración y desafíos que planteó MILES DAVIS y sus labios únicos…