¿Pensabas que esto de los artistas de un sólo éxito que no logran triunfar con otras canciones es nuevo? Pues no. Es tan antiguo como la propia historia de la música.
En los orígenes del rock and roll también pasaba. Ahí tenemos, por ejemplo, al gran triunfador del twist. Sí, ese baile de los años 60 que popularizó el cantante Chubby Checker.
El señor Chubby Checker cogió una canción que no era suya, era de un grupo que se llamaba Hank Ballard & The Midnighters. Pues bien él volvió a grabarla y en su voz es como literalmente arrasó en medio mundo.
Después Chubby Checker intentó estirar su momento de éxito con más canciones. Se inventó otros bailes, que si la mosca (The Fly), le puso letra al limbo rock. Intentó de todo. Incluso tuvo un momento de revival años después, ya en los 80 con un grupo de rap llamado Fat Boys. Pero siempre era con el twist a cuestas. Que si Twist por aquí. Que si La Paloma Twist. Que si Twistin’ U.S.A., que si Let’s Twist Again…
Pero Chubby Checker era algo más que el baile de los contorneos. Por más que lo intentara el gran público no se enteró prácticamente de que tenía más canciones igualmente buenas y bailables. Ha llegado el momento de darle una segunda oportunidad también a todo un clásico como Chubby Checker con este The Hucklebuck.