El tema de esta semana en PLAYJUKEBOX es esas canciones que parece que acaban… pero no.
Este truquillo no es nuevo. Se lleva haciendo décadas. Y para demostrártelo vamos a viajar al año 1962. En concreto vamos al Regal Theatre de Chicago. Por favor, coge asiento.
Sobre el escenario un jovencísimo Stevie Wonder. Tiene tan sólo 12 años. Pero eso no le impide participar en este concierto donde van entrando y saliendo del escenario los principales artistas de reclamo del sello Motown.
Stevie Wonder está ya acabando su intervención con un tema titulado Fingertips. Antes de rematarlo, deja que el público participe con sus palmadas, sus gritos y que monte un poco la fiesta. Pero esa noche pasa algo. Cuando la banda ya está saliendo del escenario, cuando el presentador de ese concierto ya ha pedido los aplausos para Stevie Wonder, cuando incluso ha sonado la música de fondo de despedida, de repente Stevie Wonder cambia de opinión y se da media vuelta. Ha decidido que todavía puede prolongar un poco más su actuación.
A la banda le pilla de sorpresa esa propina. De hecho, estaban ya preparándose para la siguiente estrella en salir al escenario, Mary Wells. Si afinas mucho el oído, llegarás a escuchar a su bajista, que ya había reemplazado al de Stevie Wonder, decir en voz alta “pero ¿en qué tonalidad, en qué tonalidad?”. Todos están desconcertados y salen adelante como pueden. Stevie Wonder no sólo había engañado en esta ocasión al público. Incluso pilla de imprevisto a su propia banda. Así es este Fingertips que afortunadamente fue grabado para la posteridad con su falso final incluido.