En Granada hay un barrio de cuestas empinadas que huele a jazmín y desde el que se puede contemplar en todo su esplendor el legado que dejaron los musulmanes en la ciudad hace ya unos cuantos siglos.
Ese barrio tiene un nombre que sólo al pronunciarlo ya te llena de música, de olores, de la alegría de sus vecinos. Dices Albaicín y es como si te transportaras mágicamente.
Allí en sus calles nació uno de los grandes renovadores del flamenco, Enrique Morente. Morente es otro de esos apellidos que es sinónimo de flamenquito del bueno. De ese que hasta los más puristas del género aprueban con sus palmas. Enrique Morente fue el patriarca. Pero luego vino su hija Estrella Morente y el legado continuó gracias a su maravillosa voz. Otra de sus hijas, Soleá Morente también apuesta por fusionar el flamenco con el pop. Así que el apellido sobrevive y se ha convertido ya en otro clan familiar en la música.
¿Te imaginas poder juntar en una grabación al padre, Enrique Morente, con su hija Estrella Morente? Pues cierra los ojos. Y déjate llevar por este tesoro musical que fue la actuación en directo aparecida en un álbum titulado Unicos. Enrique y Estrella. Los Morente cantan Colombiana.