Bridges de Tracy Chapman fue incluida en su segundo álbum de estudio Crossroads, el cual se lanzó ya hace 33 años.
Salió a finales de 1989 y recuerdo que entre tres amigos acordamos regalarnos un disco a cada uno por navidad. Uno de ellos a quien todavía veo a veces cuando voy por Madrid me regaló uno de Mike Oldfield. Bueno, no es que me vuelva loco, pero ahí está, tiene cosas interesantes. La cuestión es que con el otro amigo, o lo que fuera, la cosa no marchaba bien…digamos que nos dimos cuenta de que en realidad no teníamos demasiados puntos en común y más que una amistad era…yo que sé lo que era, cosas de la pubertad.
La cosa es que los dos tuvimos la misma idea, regalarnos algo que pensábamos que no nos iba a gustar, un regalo para joder. Tampoco podía ser demasiado evidente, Hombres G, Manolo Escobar, Kenny G y drogas duras por el estilo estaban descartadas, demasiado fácil.
Cuando entré en la tienda de discos y vi a Phil Collins en una portada lo tuve claro. No hacía mucho en 1989 había publicado un LP titulado Another Day In Paradise. Personalmente no me gusta nada Phil Collins pero al mismo tiempo por misterios que todavía desconozco es un músico internacionalmente reconocido y respetado. Me decante por algo que no me gusta pero que podría escuchar en un restaurante o un ascensor como música de fondo por un rato.
Supongo que él entró en aquella tienda de discos de Madrid con la misma estrategia, pero con la desventaja de que en realidad no conocía demasiado mis gustos musicales. Con una sonrisa burlesca alargó sus brazos con un vinilo que todavía conservo ignorando que en realidad lo conseguí a través de esta persona. Era Crossroads de Tracy Chapman. Acepte el regalo, por supuesto, ocultando un poco mi emoción. Un disco brillante que sonó por mi casa muy a menudo en aquella navidad de 1989.
Hay algo increíblemente hermoso en poder hablar de estos recuerdos basados en un artista a la que admiras profundamente. No solo es un homenaje al trabajo de alguien, también es la oportunidad de volver a visitar un momento musical que se adhirió a un tiempo en mi vida que nunca se repetirá. Algunos afirman que esos momentos son la «banda sonora de su vida» y para otros, es simplemente una conexión emocional con la música que simplemente no se puede explicar. El Crossroads de Tracy Chapman es uno de esos álbumes con los que muchos se identificaron en un nivel emocional, pudiendo explicarlo o no.
Solo un año antes había publicado su primer disco con su nombre como título. Un álbum lleno de profundidad y emoción, algo que probablemente no se había escuchado en la música popular desde el reinado de cantantes como Carly Simon, Joni Mitchell, o Carole King.
Chapman, muy lejos de ser superficial o intentar ser comercial, irrumpió en las listas de éxitos y produjo enormes éxitos como «Fast Car», «Baby Can I Hold You» y «Talkin’ Bout A Revolution”, y aunque Crossroads puede no haber producido la misma cantidad de éxito comercial que su predecesor, sin duda es el hogar de algunos de los mejores y más profundos trabajos de Chapman hasta la fecha. Y bajo esos puentes que sonaban al principio de la sección me refugio como si fuera mi hogar, un hogar lleno de emociones y recuerdos, un hogar construido de notas, versos, y una voz única e irrepetible.
Al pensar en Bridges para abrir la sección decidí volver a escuchar el disco entero. El mensaje de protesta es contundente y claro al volver a escuchar canciones como “Freedom Now”, tema que Chapman dedicó al legendario luchador por la libertad Nelson Mandela. Pero es el poder en la simplicidad de esta canción lo que la hace tan increíblemente conmovedora.
«This Time» es una de esas canciones que puede romper absurdas fronteras de tu interior. En mi caso supuso una revolución interna llena de hormonas adolescentes. Una canción dedicada a amarse a uno mismo, las palabras son crudas y honestas, Chapman en su máxima expresión.
La que acabamos de escuchar, Bridges, una canción dolorosamente hermosa inspirada en las relaciones y las trampas que con demasiada frecuencia las acompañan. Han pasado 33 años desde el lanzamiento de Crossroads, y algo que me acompaña en un nivel personal que muy pocos artistas han podido lograr es que los mensajes en las canciones de Chapman parecen tan relevantes hoy como lo fueron cuando se lanzaron por primera vez.
