The Wire nos mostró en su primera entrega el borde de un abismo en las calles, en cada jeringuilla, en cada trapicheo de drogas en las esquinas de Baltimore. Y con la segunda temporada, llegó la versión original de Waits. El sublime gospel Way Down in the Hole incluido en su álbum Franks Wild Years de 1987.
Existe esa discusión y controversia de aquellos que no se llevan bien con su estilo vocal irregular y a base de ladridos y que les hace llegar a la conclusión de que Waits es mucho mejor compositor que cantante. Es el mismo argumento que se ha usado con la voz nasal de Bob Dylan. Pero la voz con canas de Waits, temblorosa y gloriosamente imperfecta es su auténtico tesoro. Una voz llena de personalidad y honestidad.
Que difícil es no ser arrastrado al foso ardiente cuando el diablo tiene las mejores melodías.