Después de poner tantas canciones sobre el pecado, era normal que se nos abrieran de par en par las puertas del infierno.
Bienvenidos pecadores. Hace un par de semanas tentamos al diablo con un programa lleno de pecados. Y ahora, toca calentar nuestras almas en esta lujuriosa morada.
Aquí conviven heavys que llegaron a través de la autopista (de ese Highway to Hell), pioneros del blues como Robert Johnson (quien ya cantó ese Me and the Devil para irse ganando al dueño de este antro), los pioneros de la música disco (esos pecadores del neoyorquino Studio 54 que veneraban los placeres prohibidos), bailarines de charleston y, por supuesto, los primeros cantantes de trap. Esos conejos tienen un puesto asegurado en este hostal.
¿Quién dijo que el infierno era insufrible? En el infierno hay sitio para cualquier alma. Vente que te hacemos hueco.
Hemos arrancado PLAYJUKEBOX con una relectura por parte del galés Tom Jones de un tema clásico de blues titulado Burning Hell. Tema del maestro John Lee Hooker que aquí se viste con nuevos ropajes más roqueros, contundentes, eléctricos que le sientan muy bien.
Bueno, de hecho, está incluido en un álbum titulado Praise & Blame que algunos críticos consideran el mejor de Tom Jones en décadas. La verdad es que en este año 2010 el cantante demostró que tenía (y tiene) energía para rato.
Y también originalidad. Aquí se trataba de coger temas gospel tradicionales y darles una vuelta de tuerca, sacarles brillo para disfrutarlos en todo su esplendor.
La letra de esta canción se planteaba que a lo mejor no existe el cielo ni el infierno.
Hmmm… si así fuera. Si nuestro destino son las cenizas o el polvo ¡qué vacías se iban a quedar algunas iglesias! Pero nosotros en este programa vamos a seguir dándole una oportunidad a ese infierno que tantas canciones ha inspirado.