Hemos escuchado varias canciones-puente a lo largo del programa. Pero también hay artistas que son en sí mismo todo un puente.
Sí, claro. Me refiero a alguien llamado Tito Puente. Y me vas a perdonar que diga una obviedad. Pero es que este hombre sin duda llevó el puente más allá de su apellido. El fue uno de los mayores impulsores o de los mayores culpables en fusionar dos estilos musicales que, hasta entonces, parecían ser de pandillas rivales. El jazz con la música latina. Eso que, desde que se inventó la alquimia de músicos talentosos como Tito Puente, se ha pasado a denominar latin jazz.
Que ahora nos parece un plato tradicional, incluso demasiado escuchado. Pero si eso es así, si el latin jazz es ya patrimonio de toda la Humanidad, es gracias a gente como Tito Puente. Embajador del mambo y chef de los timbales.
Hoy no voy a poner esa canción que todo el mundo conoce de Tito Puente. No. Ese himno titulado Oye Como Va que Carlos Santana le cogió prestado y lo convirtió en un éxito internacional. No. Hoy voy a proponerte otro plato del señor Tito Puente.
Otro manjar exquisito grabado en directo de 7 minutos de duración en el que se aprecia todo el sabor de esos timbales que nadie tocó ni toca como lo hizo Tito Puente.
Presta atención sobre todo a partir del minuto 03:20. Ahí es cuando parece que se acaba la canción. Pero no. No te dejes engañar. Porque es a partir de ese momento cuando el maestro se arranca de verdad con los timbales y hace una auténtica demostración de porqué le llamaban el rey del timbal.
Repite conmigo estas 3 palabras juntas que te voy a decir ahora. Aquí está este Ran Kan Kan…