Alicia Augello Cook, más conocida como Alicia Keys, nacida en Manhattan, en el barrio de Hell’s Kitchen. De pequeña vivía con su madre en un apartamento que sólo tenía una habitación. Cuenta que su madre llegó a tener hasta 3 trabajos a la vez para poder sacarla adelante.
Un vecino les regaló un viejo piano que no pensaba llevarse en la mudanza. Y gracias a ese regalo, Alicia Keys pudo empezar a practicar y a encontrar su camino en la vida.
Con 7 años empezó a recibir clases de piano. Y a practicar hasta 6 horas al día. Y no tocaba cualquier cosa, no. Aprendió con obras de Beethoven, Mozart o Chopin. Pero también escuchando los discos que ponía su madre los domingos. Así se dejó conquistar por artistas como Thelonious Monk, Billie Holiday o Ella Fitzgerald.
Con 12 años compuso su primera canción. Con 15 años la fichó una discográfica, Columbia Records. Y con 20 años lanza su primer sencillo. Fallin’. Y sí, por supuesto, si hablamos hoy de ella es porque la canción trepó y trepó directa hasta el número 1 de las listas. Luego llegaría el álbum completo y hasta 5 premios Grammy en ese año de espectacular puesta de largo.