Empezamos este programa con una irlandesa cabreada con el papel de la Iglesia… y ahora continuamos con otro irlandés cabreado igualmente con la Iglesia católica.
Andrew John Hozier-Byrne, conocido simplemente como Hozier, es un cantautor de 31 años que en el año 2013 lanzó una canción que había compuesto en el ático de la casa de sus padres. Le llevó 3 meses acabarla. Y la grabación de su voz la hizo un día en ese mismo ático a las 2 de la mañana.
Dice Hozier sobre esta canción “siempre viví la hipocresía de la Iglesia Católica. La historia habla por sí misma y yo crecí bastante frustrado y enfadado. Básicamente lo que hice fue darle forma a eso con mis propias palabras”.
Esa canción se llama TAKE ME TO CHURCH. Llévame a la iglesia. Por cierto que al cantante le alucina, por no decir que le molesta bastante, que la gente piense que es una canción de celebración. De un deseo de “llévame a la Iglesia”, en plan, vamos a casarnos… cuando él compuso la letra con un sentido bastante opuesto. Hozier veía en la letra que cuando uno se enamora es como si uno muriera. Es la muerte de todo.
“Es como si te vieras a ti mismo morir de una manera maravillosa. Y, por un momento, experimentas que todos tus pensamientos sobre ti mismo desaparecen”.
No sabemos si por la letra, por una lectura errónea de la misma o por la música, pero el caso es que el tema triunfó. Y de hecho fue el más reproducido, por ejemplo, en Spotify en todo el 2014 con más de 87 millones de reproducciones.