Viajamos en la máquina del tiempo hacia un siglo atrás. Nos vamos a los años 20. Pero no los de 2020 en adelante, no. Vamos a los años que van de 1920 a 1929 para descubrir las canciones que ya han cumplido o están a punto de cumplir un siglo de existencia.
Amapola es una canción que primero se grabó por una orquesta cubana, luego se grabó con letras y se acabó convirtiendo en un clásico de la rumba, con todo tipo de versiones también pop.
Margie es un éxito compuesto por un tal Con Conrad en 1920. Desde entonces ha habido varias versiones circulando de ese tema, aunque a nosotros nos encanta la versión de Margie de Fats Domino.
All by Myself es uno de esos temas que se denominan estándar. Una categoría en la que entran las canciones que ya forman parte de cualquier repertorio de prácticamente cualquier artista. El listado es sencillamente interminable.
Ain’t Nobody Business tiene exactamente el mismo resultado. Podemos pelear por si nos gusta más la versión de B. B. King o la de Billie Holiday, por citar algunos cantantes que la han versionado. Pero lo que es innegable es que este tema traspasa décadas y hasta siglos.
Hot Lips no hace referencia a los labios de Mick Jagger. Es un tema de jazz compuesto por Henry Busse, Henry Lange y Lou Davis en 1922. La canción apareció años más tarde en la película El Color Púrpura dirigida por Steven Spielberg.
Se dice que los locos años 20 eran los años, entre otros, del Charleston. Y así fue. El auténtico Charleston es el de James P. Johnson, uno de los protagonistas de las primeras grabaciones de jazz de la historia. Y autor de todo un tema que definió una forma de bailar en aquella época.
Nobody Knows You When You’re Down and Out de Bessie Smith es otro inmortal que se sigue tocando por artistas de todo tipo, raza y país. Uno de los últimos, sin ir más lejos, ha sido el británico Eric Clapton, muy amante de rescatar viejas glorias del blues estadounidense más ancestral.
Everybody Loves My Baby es un tema de Spencer Williams compuesto en 1924. Canción que hemos escuchado aquí en el programa tanto en la versión de Clarence Williams como en la de Brigitte Bardott. Dos versiones tan distintas como alucinantes.
Sin dejar al compositor Spencer Williams, podríamos citar otra de sus creaciones, el tema Basin Street Blues. También de los años 20, Y grabada por primera vez, nada más y nada menos que por el mismísimo Louis Armstrong.
Fumando espero es un tango asociado a la cantante Sara Montiel tras su interpretación en la película El último cuplé del año 1957. Sin embargo, poca gente sabe que es una composición de los años 20. Con música de Juan Viladomat Masanas y letra de Félix Garzo.
Amor de Hombre es otra canción asociada a un intérprete concreto. En este caso al grupo español Mocedades. Y, de nuevo, aunque triunfaron en 1982 con esta canción, sus orígenes están en una zarzuela de 1924.
Yes Sir, That’s My Baby nace en el año 1925, compuesto por Walter Donaldson con letras de Gus Kahn. Si lo escuchas, te sonará mucho, ya que ha sido versionado más de 100 veces a lo largo de la historia, por entre otros, Frank Sinatra, Nino Rota o Nat King Cole.
Heebie Jeebies es una composición de 1926 de Boyd Atkins, que adquirió enorme fama cuando ese mismo año la grabó Louis Armstrong and His Hot Five.
Are You Lonesome Tonight? estará para siempre asociada a la voz de Elvis Presley. Pero su creación data de los años 20, antes incluso de que naciera el popular cantante.
Adiós Muchachos forma parte del repertorio habitual de cantantes de tangos. Escrita en 1927 es la triste despedida de una persona que habla a sus amigos y recuerda pasajes de su vida.
Singin’ The Blues es uno de esos temas que abrían las puertas al género allá por los años 20. Compuesto por J. Russel Robinson, Con Conrad, Sam M. Lewis y Joe Young, aquí lo hemos escuchado en la versión de la banda que Frank Trumbauer, Bix Beiderbecke, y Eddie Lang reunieron en 1927, uno de sus últimos años de producción musical y de los más exitosos.
Mack the Knife también pertenece a esos locos años veinte. Otro tema que ha sido versionado por tanta gente (Frank Sinatra, Bobby Darin…) que es difícil no haberlo escuchado antes.
Makin’ Whoopee tiene toda la coña de tapar con un sonido lo que en realidad significa acostarse con alguien. Es una forma nada sutil de advertir a futuros navegantes sobre las consecuencias del matrimonio. Estamos en los años 20 del siglo XX. Así que te puedes imaginar que la letra destila machismo por todos lados.
Guantanamera es una de las canciones cubanas más conocidas. La letra más cantada es la de la adaptación que hizo Julián Orbón basándose en unos versos del poeta (también cubano) José Martí. La parte musical se atribuye habitualmente a José Fernández Díaz, conocido como Joseíto.
Lágrimas Negras nos lleva en esta ocasión a Santo Domingo. Se dice que hasta allí viajó Miguel Matamoros, músico y compositor cubano. Y que al escuchar una historia que le contaron es como se le ocurrió esta canción. Hace unos años volvió a estar de actualidad gracias a la versión de Bebo y El Cigala de Lágrimas Negras.