Es quizás el tema más conocido, tarareado y aplaudido de PINK FLOYD.
Puede que sea la balada asesina más pegadiza de todos los tiempos.
Uno de esos temas que seguirá enamorando y sonando igual de bien dentro de 50 años.
Es uno de esos blues de estructura absolutamente clásica.
Lo que viene a continuación es ROCK de alto voltaje. Peligro. No acercarse. No intentar fijar los pies al suelo.
Es quizás la más emblemática del grupo madrileño. Tiene dos ingredientes reconocibles.