En estos días los medios de comunicación festejan (y no es para menos) que por primera vez Estados Unidos tendrá una mujer vicepresidenta y además negra.
Estamos en 2020. Parece mentira.
Pero para llegar a este momento, otras mujeres han abierto mucho antes el camino. Ahí está la todopoderosa ARETHA FRANKLIN como ejemplo de pionera. De luchadora por el cambio.
Luchó contra su propio padre, un pastor religioso quien quería que no se saliera del guión que tenía preparado para ella. Cantante de iglesia. Nada más.
Y ella se puso a cantar y se dio a conocer al mundo. Pero también tuvo que luchar contra los directivos de su discográfica que la querían encajonar en un único estilo. Y ARETHA pidió y consiguió hacer lo que quería en cada momento. Gospel, soul, blues, jazz… Porque ella, al contrario de lo que le pasaba a la gente que le rodeaba, no tenía barreras.
Y cantó al mundo que quería ver un cambio en todos nosotros. Que quería ver un cambio en ti…