Bueno, subes al piso de arriba por la noche para hablar.
Te quedas un rato y luego te das un paseíto por casa.Te oigo abajo, fumando cigarrillos.
Te oigo despotricar,
porque no tienes absolutamente nada de lo que hablar.Así que me llevaste a la fiesta e hiciste ver,
de que quieres sentirte bien,
y que te sientes como si fueras a explotar.Bueno, no me importa,
no puedo prestarte atención,
y no me importa una mierda (tener) tu atención.Venga, pásame el whiskey,
pásame la ginebra.
Pásame lo que sea que haya con bebida dentro.Bueno, no me importa si son las siete de la mañana,
por mí, como si fuera la segunda venida (de Cristo).Bien, tú dices que ya no puedes aguantarlo más,
no puedes vivir así,
es un asunto muy grave.Bueno, no me importa,
no puedo prestarte atención,
y no me importa una mierda (tener) tu atención.Estamos bien,
siempre estamos bien.
Ese es el mensaje de un habitual en la sección, Alabama Shakes. Todo viene y se va, pero mientras estemos a flote, mientras el aire entre y salga de tus pulmones sin toser más de dos o tres veces seguidas, mientras las cosas te hagan sonreír, hasta las más estúpidas, mientras tu corazón marque los segundos. Siempre estaremos bien.