Hoy voy a ponerme jazzero para la moneda extra. Y es que quiero que conozcas, si no la conoces ya, a una cantante que con 23 años está revolucionando la escena del jazz internacional. Con esta edad ha conseguido un hito que sólo ella (y otra mujer, Esperanza Spalding hace más de diez años) han conseguido. Ganar el Grammy en la categoría de Nuevo Artista o Artista Revelación del Año. Como te digo, sólo dos cantantes de jazz han logrado llevarse a casa esta estatuilla. Esperanza Spalding y la protagonista de hoy de mi moneda extra.
Apunta su nombre porque puede ser de esas personas que den mucho que hablar en los próximos años. Samara Joy. Del Bronx, New York. Miembro de una familia muy musical. Nieta de unos abuelos que formaban parte de un grupo de gospel. Hija de un bajista. Y, sobre todo, poseedora de una voz increíble. Porque si no te digo que tiene 23 años, tú escuchas a esta mujer cantar y piensas que como mínimo tiene 40 o más. Y esto lo digo porque no parece una voz que se esté formando. No. Suena a cantante más que consolidada, veterana, conocedora de los secretos de la voz, capaz de hacer altibajos, jugar a alternar graves con agudos. En fin, una voz que demuestra una técnica que, como digo, parece propia de una cantante con muchísimos más años de tablas. Y, sin embargo, no. Estamos ante una joven promesa que merece ser escuchada y tenida en cuenta de cara al futuro.
Te dejo con la versión de Samara Joy del estándar de jazz Misty. Un tema que han grabado las grandes divas, como Ella Fitzgerald o Sarah Vaughan, y que aquí en la voz de Samara Joy desde luego queda en un muy buen lugar para una joven promesa del jazz. Espero que disfrutes de esta nueva voz que demuestra que al género le queda mucha cuerda. Y que vienen futuras generaciones empujando fuerte. Gloria, aleluya.