¿Qué tal un poco de blues y Buddy Guy como aportación al tema que esta semana propone David?
Te cuento porqué. Llevo viviendo fuera de España casi 17 años. Confieso que no echo de menos la tortilla ni la quiniela los domingos. No echo de menos la caña de cerveza tirada como dios manda, y los toros ni en broma. No echo de menos un montón de cosas, pero si echo de menos a la gente y un festival de música… El Festival de Blues de Cazorla en Jaén.
Empezó en 1994 y acoge un amplio abanico de conciertos de importantes grupos y solistas nacionales e internacionales. El festival se desarrolla en tres escenarios distintos. También se desarrollan actividades paralelas y exposiciones en el Teatro de la Merced. Una de las veces que estuve en el festival pude ver una impresionante exposición de guitarras legendarias. Entre ellas estaba la de Buddy Guy que es una fender stratocaster negra con lunares blancos.
Yo he ido tres veces al festival y te lo recomiendo no solo por la música, también porque está ubicado en un maravilloso y bonito cacho de tierra andaluza. La comida y la gente también son muy especiales. Guguelea al Festival de Blues de Cazorla y echa un ojo a ver si ya está listo el cartel de este año.
En uno de esos años, tuve la suerte de ver a Buddy Guy tocando en la plaza de toros. Una de esas cálidas noches mágicas de verano. Se habían vendido todas las entradas y hubo gente que se quedó fuera para escuchar esa guitarra de leyenda. No sé cómo, pero por alguna razón Buddy Guy supo que mucha gente no pudo entrar, así que se bajó del escenario y se abrió paso entre la gente. Tocando con su banda caminó hasta las puertas principales del recinto. Le abrieron las puertas y salió a la calle. Literalmente, salió a la calle tocando su guitarra de lunares para esa gente que estaba allí, su público.
El concierto fue muy especial y lo recuerdo como uno de los momentos más entrañables que he vivido en un directo. El tipo volvió luego al escenario y sentí que mi respeto por este artista se había multiplicado por un millón, o dos.
