Esta tierra es tu tierra. Que no se te olvide. Esta tierra está hecha para ti y para mí.
Vamos a viajar un poco en el tiempo. Hoy voy a hacer yo de Abraham y voy a intentar escribir una de esas cartas desde antes del rock.
En el año 1940 un joven de Oklahoma llamado Woody Guthrie llega a Nueva York. Era la época en la que no dejaba de sonar en las radios una canción titulada God Bless America. Toda una proclama patriótica que a nuestro protagonista le rechinaba.
Sí, sí, que Dios bendiga América pero para mí, pensaba Woody mientras escuchaba por enésima vez la canción. A pesar de su juventud ya había atravesado medio país, desde su Oklahoma natal, hasta la Costa del Golfo en el sur, cruzando luego hasta California y, por último, llegando a Nueva York.
Sí, se puede decir que Woody Guthrie se había hecho una idea de cómo era el país. Había visto gente hambrienta, había pisado alguna que otra prisión. Así que su clamor era más un reclamo de que ese país, esa tierra, también era para él. Y no sólo de unos pocos.
Así nace This Land is Your Land, otra de esas canciones que se transmiten con los años de garganta en garganta. Que de repente resurge en los 60 gracias a que se fijan en ella gente como Bob Dylan o Peter, Paul and Mary. Que vuelve a resucitar cuando la rescata Bruce Springsteen en los 80. Y que hace tan solo unos meses Jennifer Lopez la canta en la investidura del nuevo presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
Sí, sin saberlo y casi sin quererlo, en 1940 ese joven llamado Woody Guthrie había hecho historia.
