Esto es exactamente lo que hacen los músicos de jazz, más que ningunos otros en el mundo. Se encaloman unos sobre otros, recogen el testigo, ascienden en delicadas cabriolas, realizan tirabuzones musicales aspirando a un no va más, en una espiral interminable.
Nuestro segundo bombazo de hoy es Caravan, un estándar compuesto por Duke Ellington en 1936, una de las piezas más sinuosas y flotantes del jazz de todos los tiempos. Os voy a pinchar la versión inevitable. La elegante y afilada versión de Duke Ellington con Charlie Mingus y Max Roach que gentilmente me ha aconsejado Miguel Malla (ya sabéis, mi músico de cabecera). Quiero dedicarle este tema al Doctor Readman y al Explorador de rarezas Juan López Espantaleon, quien como un titán hace que con su magia la nave prosiga su camino. Queridos cats, por todos los cafés que nos tomaremos juntos algún día, sacad las garras e hincadle el diente a Caravan.