Luchan cada día por entender qué está pasando. Intentan encontrar la forma de acabar con la enfermedad. Y muchas veces, se desesperan al ver que no lo consiguen.
Pero el personal sanitario que trabaja cada día en esa guerra que nadie quería librar debe ser consciente de una cosa. Aunque se queden muchos, demasiados pacientes por el camino…cada uno de ellos se lleva su compañía. Su cariño y su apoyo. Porque hoy más que nunca, esta gente se han comportado como auténticos doctores FEELGOOD.