La última versión alejada del original que vamos a escuchar hoy es un tema instrumental de LA canción de Otis Redding. Ese tema que dejó sin terminar tras su trágica e inesperada muerte y que tuvo que rematar su compañero y compositor de la canción, Steve Cropper.
Estoy hablando del famosísimo (Sittin’ On) The Dock of The Bay.
Vamos a pasar esta canción por la conga. Por el instrumento de origen africano que fue desarrollado en Cuba. Y quién mejor para tocarla que Mongo Santamaría, un cubano que fue uno de los principales culpables y cabecilla de esa banda de músicos forajidos que en los años 60 del siglo pasado introdujeron peligrosos estilos conocidos por los nombres de pachanga y boogaloo.
Estos delincuentes robaron a mucha gente la vergüenza, se quedaron con ella, porque cuando sus canciones empezaban a sonar, hasta el más reacio era incapaz de quedarse quieto y no esbozar un leve, sinuoso movimiento de cadera.
Y hoy traigo una prueba, una muestra de cómo cometían estos delitos armados con esos peligrosos instrumentos. En el caso de Mongo Santamaría, armado con una conga. Cuidadín con la conga. No vayas a sentir tú también la tentación de mover un poco un pie o la cadera. No caigas en la trampa….. o sí