En un programa lleno de canciones para poner a los haters, te voy a dar otra forma de dirigirte a un hater o a una hater
Aunque te diera el mundo en bandeja y en bandeja de plata, daría igual. Seguirías enfadado conmigo. Yo voy a seguir siendo yo misma. Y no tengo la culpa de todas esas mentiras que te has tragado. Ve y haz lo que sabes hacer… Hate on me, hater.
Hate on Me. Odiame. Así de contundente se expresa Jill Scott.
Si no la conoces, mucho ojito. Porque estamos hablando de una cantante que tiene una voz de soprano. Y que ha sido capaz en su carrera musical de mezclar estilos como la ópera, el jazz, el rythm and blues o el hip-hop. Todo ello metido en una batidora que algunos han bautizado como neo-soul.
Yo no sé si esto es neo-soul o neo-motherfucker… lo que sí sé es que cuando oigo a alguien cantar así, digo… ponme otra dosis más de esa droga, que me hace volar bien alto.