Mi moneda extra de esta semana es un homenaje a los trabajadores jamaicanos que cargaban plátanos en los barcos por las noches. Y al hombre que ayudó a conocer sus cánticos, Harry Belafonte.
Esta semana nos ha dejado a la edad de 96 años y tras una vida llena de éxitos en la música, el cine y la televisión. El máximo difusor de ese estilo musical conocido como calipso, Harry Belafonte triunfó allá por el año 1956 con una canción titulada Day-O (The Banana Boat Song).
Se convirtió automáticamente en su tema más popular. Y el álbum que lo incluía, un álbum titulado Calypso, fue el primero de un artista en solitario en conseguir el récord de pasar el millón de LPs vendidos.
Day-O habla de cómo los trabajadores del puerto en Jamaica trabajan de noche para cargar los plátanos en los barcos. Lo hacen por la noche para evitar el intenso calor del sol diurno. Acaban el turno de trabajo con la salida del sol y esperan a que llegue el patrón para que cuente la mercancía y así se puedan ir a sus casas a descansar. Y, mientras llega ese momento ansiado, cantan. Cantan y se responden los unos a los otros en un coro de voces que repiten las estrofas de la canción. Esto es Day-O (The Banana Boat Song). Un tema que parece infantil, ingenuo… pero que esconde una dura realidad de trabajo. Y que popularizó Harry Belafonte.