El pasado 23 de Septiembre, Bruce Springsteen cumplia 71 años. Me gustaría terminar esta semana mi sección con un homenaje a quien en mi opinión es uno de esos músicos que entregan todo, absolutamente todo a la música… y es especialmente evidente en sus directos sobre el escenario.
En 2009 tuve la suerte de verle tocar en su casa, en su New Jersey natal. La tierra de las ciénagas donde los mosquitos crecen tanto como un aeroplano. Fue en el Giants Stadium, a unos 20 minutos de Manhattan. La gente estaba entrando, buscando sus asientos, comprando alguna cerveza para tomar antes del concierto. Se oía el rumor de un publico expectante. De repente, y con las luces generales encendidas, sin focos en el escenario… se escucha una voz… una voz de arrugas inconfundibles. Es Bruce saludando con un “Hola, New Jersey”… la gente se da la vuelta hacia el escenario… nadie sabe qué esta pasando… y Bruce dice que acaba de terminar de escribir una canción para esa noche y quiere tocarla antes de empezar con el repertorio oficial. Y la E Street Band entra en escena… y empiezan los acordes… y Bruce canta a New Jersey. Es entonces cuando te das cuenta de que están totalmente improvisando, entregando algo que acaba de ser escrito… con la misma ilusión de un niño que te muestra un dibujo recién pintado. Pero la ilusión se contagia… y uno se enferma de ilusión… y los corazones se encienden desprendiendo una energía que se podía sentir en cada rincón de aquel estadio.
Bruce transmite una energía muy especial… quiere a su publico con total devoción. Hay un mensaje que creo que Bruce intenta transmitir muy a menudo… que siempre hay esperanza y que merece la pena luchar todos los días por un mañana mejor.
Felicidades jefe…te dejo con «Wrecking Ball«, en directo, en el mismo estadio, el mismo año que tuve la suerte de ver a Bruce y la E Street Band al completo. Sigamos luchando amigos y amigas.
