Venga, sí, vale. Voy a hacerlo.
Voy a irme a uno de los clásicos.
Pero es que no hay mejor canción que sepa aprovechar el poder de los chasquidos de los dedos que el Cool de la banda sonora de West Side Story.
Aquí hay tensión instrumental
Rivalidad de bandas.
Rivalidad contenida. Contención de movimientos violentos. Y ese cool, ese “calma”, “tranquilo” presente en todo momento.
Y todo ello dirigido magistralmente por la música del maestro Leonard Bernstein.
Aquí el chasquido es el instrumento quizás más importante de la orquesta.
El chasquido marca ese ritmo latente, subterráneo que es el compás del latido acelerado, atropellado de unos chavales de banda callejera con ganas de pelea.
Pero….. cool….. calma…..y esa calma pedida a golpe de chasquido te lleva en volandas hasta el final de la canción donde se produce el desenlace. ¿Lo conseguirá? ¿No lo conseguirá? ¿Ganará el “cool boy”? ¿O ganará el “crazy boy”?