Llega mi turno de nuevo. Y en esta ocasión yo también voy a recurrir a uno de esos crossover musicales, esa bonita palabra inglesa con la que se define canciones que han logrado traspasar públicos diferentes. Las canciones navideñas son una buena excusa para que artistas de determinados géneros lleguen a gente que habitualmente no les escucha. Esto viene ocurriendo desde tiempo inmemorial.
En el año 1987… venga, me voy a poner un poco abuelo cebolleta… en el año 1987, el rap estaba empezando a triunfar entre la gente joven. Pero todavía no era un género respetado por el gran público. Curioso, pero un poco lo que le sucede todavía al trap 35 años más tarde. Y es que hay cosas que no cambian con el paso del tiempo.
Pues, como decía en 1987 había un grupo de rap que destacaba entre esa primera generación de raperos. Se llamaban Run DMC y eran de Hollis, un barrio del distrito de Queens en Nueva York.
Ese año les ofrecen al grupo la posibilidad de aparecer en un disco recopilatorio de canciones navideñas. Sería el único grupo de rap en aparecer al lado de gente como Bruce Springsteen, Whitney Houston, Madonna, Sting. La tentación era muy fuerte. Pero, por otro lado, el grupo tenía miedo de que sus seguidores pensaran que se salían de sus raíces y dejaban de ser auténticos como sacaran un single navideño.
¿Qué hicieron entonces? Pues una genialidad, que es lo que suele funcionar. Juntaron dos ingredientes muy potentes: por un lado, un tema muy funky del año 1968 de Clarence Carter titulado Back Door Santa. Por otro lado, una letra de rap que reflejara esos orígenes callejeros de Hollis. El resultado, vas a escucharlo a continuación, se llama Christmas in Hollis. Y es uno de los temas navideños más chulos que te puedas echar a tu gorra rapera. Escucha a los padres del hip-hop.
