Y cambiamos completamente de estilo en nuestro viaje esta semana en la carretera de Jukebox. No hay nada más gratificante que conseguir lo que uno quiere, de esto no cabe la menor duda (sobre todo si te encuentras obstáculos por el camino). La canción que viene a continuación es la banda sonora perfecta para un momento así porque simboliza musicalmente cómo las ganas y la perseverancia pueden ser las claves para lograr lo que uno desea, y para derrumbar todas las barreras que se presentan para impedírtelo.
Porque no hay montaña suficientemente alta, ni valle suficientemente bajo, ni río suficientemente ancho que te aleje de tu objetivo. En el caso de esta canción el objetivo… el amor.
Esta canción soul fue escrita en 1966 por Nickolas Ashford y Valerie Simpson. Fue grabada por Marvin Gaye y Tammi Terrell un año después y enseguida estuvo entre los 20 discos más vendidos. Es una de las canciones más importantes del sello discográfico Motown. Y, sin duda, es uno de esos temas que cualquiera reconoce enseguida. Se ha usado en anuncios y en un montón de películas y series de televisión.
Fue en el 66 cuando los productores de Motown propusieron a Tammi formar un dueto con Marvin Gaye, ya que pensaban que su voz destacaba aún más con un contrapunto femenino. Juntos grabaron éxitos como Ain’t Nothing Like the Real Thing, Your Precious Love, You’re All I Need to Get By. Pero fue la canción escrita por Nickolas Ashford y Valerie Simpson la que convirtió este dueto en eterno. Tammi Terrell y Marvin Gaye conectaron en seguida no sólo en esta colaboración, sino también en lo personal haciéndose grandes amigos.
En el 67 durante una actuación en directo Tammi perdió el conocimiento cayendo en brazos de su amigo Marvin. Posteriormente le diagnosticaron un tumor cerebral que durante 3 años se mostró inflexible con ella, transformándola en una triste sombra de sí misma, con pérdidas de memoria y en una silla de ruedas. Tammi murió en marzo del 70 con sólo 24 años, lo cual sumió a Marvin Gaye en una profunda depresión que le alejó de los escenarios por 4 años. Marvin cantó en su funeral y lloró desconsolado sobre su ataúd. AIN’T NO MOUNTAIN HIGH ENOUGH nos habla sobre dos amantes cuya relación terminó, pero que siempre podrán contar el uno con el otro. Una amistad que va más allá incluso del amor.