Hemos comenzado con ópera y vamos a terminar con ópera. Prometí hace algunos años, creo que en 1941, que intentaría ir más allá del jazz para ofreceros colores de otras latitudes. Un 12 de octubre de 1935 nacería en Módena el hijo de un panadero humilde muy aficionado a la ópera, Luciano Pavaroti. «En mi adolescencia solía ver películas de Mario Lanza y luego volvía a casa a imitarlo en el espejo» decía Pavarotti, aunque entre sus más grandes influencias estaban también Giusseppe Di Stefano, Tito Schipa y, por supuesto, Enrico Caruso.
El cantautor italiano Lucio Dalla le compuso esta canción al histórico tenor italiano Enrico Caruso en 1986. Según cuenta la leyenda Caruso pasó sus últimos días de vida en un hotel de Sorrento donde su barco hacía escala, y en esa época le daba lecciones de canto a una pequeña por la que sentía un inmenso cariño. Lucio Dalla compuso esta canción en honor al tenor napolitano precisamente alojado en la misma habitación del hotel de Sorrento conde murió Caruso «Sorrento es el verdadero rincón de mi alma» diría Lucio Dalla
Y así llegamos hasta esta canción amigos y amigas.
Una canción compuesta por un cantautor de Bolonia, iniciado por ende en la música de la mano del jazz como pianista y clarinetista de los Flippers de Roma que homenajea a un cantante de ópera napolitano nacido en 1873, interpretada por Pavaroti otro tenor napolitano nacido en 1935.
Aquí donde brilla el mar
Qui dove il mare luccica
Y el viento sopla fuerte
E tira forte il vento
En una vieja terraza
Su una vecchia terrazza
Frente al Golfo de Surriento
Davanti al Golfo di Surriento
Un hombre abraza a una chica
Un uomo abbraccia una ragazza
Después de que lloró
Dopo che aveva pianto
Luego se aclara la garganta
Poi si schiarisce la voce
Y el canto comienza de nuevo
E ricomincia il canto
Te quiero mucho
Te voglio bene assaje
Pero mucho mucho, bien sabes
Ma tanto tanto bene sai
Le dedicamos esta canción a Nicoletta, nuestra hada madrina, nuestra napolitana favorita que comparte su mundo con el maestro Readman y al hacerlo, lo comparte con todos nosotros. Pavarotti canta a Lucio Dalla. Lucio Dalla canta a Caruso. Arañazos y ronroneos para todas y todos. Nos vemos en el reflejo de una trompeta cualquiera.