La moneda extra de esta semana va dedicada a toda esa gente maravillosa que (no se nos olvide) sigue poblando este planeta. Y llenándolo con pequeños gestos de momentos mágicos, empáticos y energizantes.
El fin de semana pasado, ya os lo conté, fue el Festival de Música de Glastonbury. Una cita anual que da para muchos vídeos de grandes artistas, otros desconocidos, versiones alucinantes. En definitiva, de buena música. Pero el otro día en redes sociales la BBC puso un momento concreto de una actuación. Un momento que ponía auténtica piel de gallina.
Lewis Capaldi era uno de esos cantantes que actuaban en este festival. En plena actuación, cuando iba por su quinta canción, la ansiedad y el síndrome de Tourette se adueñan de su cuerpo y de su voz. La reacción del público (y de las cámaras que dejaron de enfocar rápidamente al cantante) fue sencillamente magistral.
El público se da cuenta de lo que está pasando. El cantante no es capaz de seguir. La banda sigue tocando. Y entonces, entonces es cuando lo que ocurre es ese algo que se llama MAGIA. Las gargantas de todo el público cogen el relevo del cantante y empiezan a cantar a pleno pulmón la canción que estaban tocando en ese momento.
Someone You Loved. Preciosa balada. El cantante emocionado es incapaz de seguir pero ya por una mezcla de su síndrome y por la emoción que le entra al ver lo que está pasando.
De verdad que vale la pena y MUCHO ver este momento que tienes aquí debajo…
Mi moneda extra, como decía, va para toda esa gente que conoce bien lo que es la empatía. Que sabe servir de apoyo en los momentos en los que es necesario. Y para ese público maravilloso de Glastonbury y de tantas otras partes del mundo que es capaz de provocar lágrimas de emoción a un servidor.
Y para ello qué mejor canción para despedir el programa que una cuya letra empieza con una frase que dice “me estoy hundiendo y esta vez tengo miedo de que no haya nadie para salvarme”.
Como ha quedado demostrado una vez más, siempre habrá alguien para arropar en los momentos más duros.