Para mi tercer y último villancico, lo siento pero voy a cantar línea, cartón, bingo y voy a asaltar directamente la banca. Sí, porque creo que tengo EL VILLANCICO. Ni el más bonito, ni el más clásico, ni el más marchoso. No. EL VILLANCICO. Así, a secas.
Resulta que buscando rarezas esta semana para adornar este programa navideño, he encontrado un tema que cuando vi que existía una grabación que juntaba a dos grandes, muy grandes de la música separados por tantos años de diferencia, mi cabeza casi explota.
El primero se llama Bing Crosby. Aunque resulte manido, es de esas personas que no necesita presentaciones. Uno de los grandes artistas del siglo XX. Grabó más de 1.600 canciones, apareció en más de 70 películas. Bueno, de hecho, de él dicen que fue el primer artista multimedia por lograr triunfar en los dos terrenos, el cine y la música.
Además cuando llegan estas fechas es uno de esos cantantes que suena en todas las casas. Dejó grabados numerosos villancicos y su voz, junto a la de Frank Sinatra o Nat King Cole es un habitual, un imprescindible de cualquier lista de canciones navideñas que exista por ahí.
Avanzamos bastante en el tiempo y llegamos a los años 70. Un joven británico llamado David Bowie empieza a triunfar con un estilo denominado glam rock. Con los años, a Bowie le llamarían camaleónico por su increíble capacidad de transformación. Y se convertiría en otro icono del siglo XX.
Bien, pues supongo que adivinas a dónde voy a parar. ¿Te imaginas poder coger a Bing Crosby y David Bowie y ponerles a cantar juntos? Es uno de esos sueños que si algún día se inventara una máquina del tiempo, creo que sería de las primeras cosas que se probarían a hacer.
Pero en este caso, no hace falta máquina del tiempo, no. Resulta que semanas antes de fallecer, Bing Crosby dejó grabado un especial navideño para la televisión. Y allí, ocurrió algo mágico. Por unos minutos, estos dos astros compartieron micrófonos y canción y dejaron grabada para la eternidad una deliciosa canción que era una mezcla de dos. El clásico navideño que en español se conoce como El Pequeño Tamborilero (The Little Drummer Boy en inglés). Y una canción compuesta para la ocasión titulada Peace on Earth.
De verdad, me parece un momento único, irrepetible, que afortunadamente quedó grabado para la posteridad. Y que yo hoy quiero aportar en este especial Navidad 2022 y, por supuesto, aprovechar para desearte felices fiestas.