Jim Morrison compone una canción dedicada a su restaurante favorito. Ese del cual le tenían que echar para poder cerrar.
¿Sabías que el título del álbum, ese MORRISON HOTEL, no era una creación del cantante?
JOSE FELICIANO le añadió guitarra española, toque de soul y su inconfundible acento a esta canción.
Adrenalina de guitarra eléctrica, de blues en vena que te engancha desde el comienzo y no te suelta hasta el último golpe de batería.