Año 2003. Quentin Tarantino decide homenajear otro de sus géneros favoritos. Uno que había salido hasta entonces tímidamente referenciado, por ejemplo, en Pulp Fiction en la escena de la katana que no vamos a destripar aquí. Tarantino rueda Kill Bill para rendir pleitesía al cine samurai. Y de paso a los spaghetti westerns y un poco el blaxploitation. Mete todo eso en una batidora y sale la película Kill Bill, volumen 1.
Con la banda sonora hace algo parecido. Un poco de música negra, alguna canción japonesa y un guiño al Western clásico. En definitiva, Tarantino en estado puro.
Una de esas joyitas que encontramos aquí es el vuelo del moscardón. Una pieza escrita para una ópera del año 1900 y del ruso Nikolái Rimski-Kórsakov. Pero claro, no sería Tarantino si eligiera la pieza clásica. Había que dotarla de un toque friqui. Y ahí es cuando el director elige la versión utilizada para un programa de radio de 1936 (has oído bien) sobre el héroe El Avispón Verde (Green Hornet en inglés).
Versión espectacular que tiene varios protagonistas. El principal, el músico que hace bailar endiabladamente la trompeta. Al Hirt. Pero es que los arreglos están a cargo del mismísimo Billy May. Y la dirección de la orquesta la pone Lionel Newman. Pesos pesados, grandes figuras en la Historia de la Música, así en mayúsculas.
Viajamos unos cuantos años después y recuperamos esta pieza arqueológica que Tarantino tuvo el acierto de incluir en la banda sonora de Kill Bill. El vuelo del Moscardón. Conocido aquí como Green Hornet por Al Hirt.
Foto de Quentin Tarantino de pinguino k (original), Gryllida (recorte), licencia CC BY 2.0, obtenida por Wikimedia Commons