Hay una imagen que no he conseguido ver todavía. De hecho, creo que poca gente lo habrá logrado. Es la imagen de ver nieve en una playa.
Y no me refiero a hielo. A esos territorios helados donde la playa desaparece y su lugar lo ocupan enormes bloques de hielo.
Me gustaría ver una de esas playas del Mediterráneo con copos de nieve. Un paisaje que acostumbramos a ver con sol, sombrillas y chiringuitos. Pero que en su lugar hubiera un manto de nieve.
Eso sí que sería una sensación extraña. Fría.
De hecho, incluso sin nieve, siempre me ha fascinado pensar en cómo serán esos pueblos de playa, invadidos por el turismo en verano, pero en la época más solitaria del invierno. Qué será de su gente, de su paisaje de terrazas y paseos marítimos abarrotados. Qué triste soledad pintarán sus playas.
Snow on the Beach… nieve en la playa… es uno de los temas incluídos en el último álbum de Taylor Swift. Habla del amor que se genera entre dos personas. Y que le parece tan extraño de lograr como la proeza de ver nieve en la playa.
Una canción que tiene la peculiaridad de ser la única del álbum donde Taylor Swift se deja acompañar. Y lo hace por otra cantante de éxito, Lana del Rey.
Curiosamente, cuando se anunció este dúo en redes sociales, luego algunos fans quedaron un poco decepcionados porque la voz de Lana del Rey (por otra parte, tan peculiar y personal) prácticamente no se apreciaba. Taylor Swift se animó o se vio obligada después (según como se vea) a lanzar una segunda versión de esta canción. Versión que bautizó curiosamente como More Lana. Aquí está Taylor Swift en la versión con ración extra de Lana del Rey de Snow on the Beach.