Si hay un cantante que conoció bien a los haters, ése fue George Michael.
Idolo de quinceañeras en los años 80, fue icono heterosexual y foto de carpetas con sus vaqueros rotos durante muchos años. Después, con el paso del tiempo, el cantante empezó a dar pistas de que no estaba a gusto encajado en esa imagen que él mismo se había construido.
Por eso, quiso poco a poco pedir paso a su yo más verdadero. Y en esas estaba cuando se montó todo un escándalo porque un policía le pilló manteniendo relaciones sexuales con un hombre en unos baños públicos.
Oh. Ah. Escándalo.
Afortunadamente, pese al intento de la parte más homófoba de la sociedad por echársele encima, George Michael logró darle la vuelta completamente a la historia.
Y se sacudió de encima a los haters.
Este episodio lo aprovechó estupendamente el cantante británico para componer algunas canciones memorables. Del incidente del lavabo con el policía se mofó en un tema titulado Outside. Pero hay una canción más pausada, más calmada incluso también en la letra, donde George Michael también habla de sus haters particulares. Esa canción se titula An Easier Affair y viene a decir cosas como…
Esta canción está dedicada a las mujeres. Aquellas que pensaron que podría convertirme en un padre de familia. Ya ves, me dije a mí mismo que yo era hetero. Pero no. El Creador tenía otros planes para mí.
Y ahora estoy bailando con los freaks. Me lo estoy pasando tan bien. He tenido demasiado de periódicos sensacionalistas. Pero ahora llega una etapa más fácil para mí. Voy a vivir sin pensar en los demás. Ya no tengo nada que esconder. Voy a vivir mi vida. Verás… no tengo tiempo para los haters.
Y yo, cada vez que la escucho, pienso que es una actitud ante la vida maravillosa, envidiable y de la que todos, todas deberíamos tomar nota.