Puestos a contemplar la luz de la luna, como hemos hecho ahora mismo con Chavela Vargas, voy a hacer una apuesta un poco más arriesgada de estilo musical. Te voy a poner a continuación una pieza de música clásica. Pero si eres de los que o de las que se asustan al oir esas 2 palabras juntas, música y clásica, no te asustes. Lo que va a sonar a continuación es una auténtica maravilla. Una de las piezas más versionadas, interpretadas y que más suspiros ha provocado y provoca en el mundo.
Se llama popularmente Claro de Luna. Técnicamente es la Sonata para piano n.º 14 del compositor Ludwig van Beethoven.
Dicen que Beethoven compuso esta romántica pieza inspirándose en una alumna suya. La condesa Giulietta Guicciardi que contaba con 17 años frente a los casi 30 años de su maestro Beethoven.
“Ahora vivo más feliz. No podrás nunca figurarte la vida tan sola y triste que he pasado en estos últimos tiempos… Este cambio es obra de una cariñosa, de una mágica niña que me quiere y a quien yo amo”.
Esto es lo que escribía Beethoven en una carta sobre su alumna. Si quieres ponerte en la piel del maestro e intentar entender cómo era ese amor, es muy fácil, sólo tienes que abrir bien los oídos, abrir también la ventana para que entre ese Claro de Luna desde el cielo y sentir, sentir… nada más.