Hay una parada singularmente hermosa en este 1905. No, no va a ser esta edición de la sección una particularmente deshuesante y bailonga, pero va a ser ensoñadora, evocadora. Veréis en 1905 nació el musical de Broadway Forty-Five minutes from Broadway del compositor George Michael Cohan. Nuestro amiguito Juan Espantaleon nos corroborará que sí, que es ese George Michael Cohan cuya estatua está en Times Square. George M. Cohan llegó a ser llamado El Dueño de Broadway.
Cohan es recordado por sus canciones y números musicales pero a mí me parece casi más importante su contribución al musical en sí. A la estructura del género, a su capacidad para conmover y narrar al mismo tiempo, mezclar música y drama de una forma tan única tan característica como es el musical de Broadway. Es que realmente es un género en sí mismo.
El título del musical, así como de una de sus principales canciones, Forty-Five Minutes from Broadway hace referencia al trayecto en tren desde New Rochelle a Broadway.
Only forty-five minutes from Broadway
Think of the changes it brings
For the short time it takes
What a diff’rence it makes
A solo cuarenta y cinco minutos de Broadway
Piensa en los cambios que trae
Por el poco tiempo que lleva
Oh, qué diferencia conlleva
He estado tentado de poner la pieza tal como la canta James Cagney en Yankee Doodle Dady, el biopic que Michael Curtiz dirigió sobre George M. Cohan en 1942, pero me he decantado por esta fabulosa versión Jon Peterson. Queridos Cats, Dios bendiga a Broadway…
