Esta vez no voy a hablar de Brooklyn ni de los grupos underground del Lower East, ni siquiera de música experimental o alternativa. Esta semana vuelvo a casa, a Madrid. Por primera vez, desde Blue Point en Nueva York mando una carta en español con acento de Carabanchel. Y se trata además de una canción perfecta de carretera. Una de esas canciones que invitan a la velocidad y pisar el acelerador. Una canción que trata sobre los caminos que tomamos en la vida. Y es que hay un momento en la vida en el que vemos claramente todas las arterias de las que está hecha nuestra existencia, millones de caminos, millones de oportunidades desperdiciadas, compromisos y elecciones, victorias y apuestas. Y así es la vida que se ramifica en innumerables direcciones, impulsada por un río de energía que nunca se detiene. Una vez que eliges tu camino tienes que lidiar con sus giros y vueltas.
MANERAS DE VIVIR es una canción del grupo español de rock Leño. Compuesta por Rosendo Mercado, Ramiro Penas, Tony Urbano y Miguel Ángel Campo y lanzada como sencillo en 1981. Es considerada como una de las canciones emblemáticas del rock español de la década de los 80. El tema es una reivindicación a la diferencia, al yo soy así y ésta es mi forma de ver las cosas. En una entrevista para la revista Rolling Stone, Rosendo deja claro el significado de la canción, decía: “lo que quería expresar con maneras de vivir es que nos sentíamos diferentes y nos gustaba sentirnos diferentes, ésa es la idea, por lo demás no sé muy bien cómo se me ocurrió la frase.”
MANERAS DE VIVIR salió como single para Chapa Records dentro de las sesiones de grabación del segundo LP de Leño Más Madera de 1980. Un single raro que no estaba en el disco porque el trío había acabado completamente harto de los arreglos del productor Teddy Bautista. Posteriormente la canción se hizo muy popular cuando la incluyeron en el LP en directo de 1981 y cada vez que suena todos la cantamos estemos en casa, en un bar o en el coche. Rosendo se retiraba de los escenarios en diciembre de 2018 en el que seguramente sería el último concierto en su ciudad ante más de más de 15.000 personas. En aquel concierto del gran Rosendo se despedía diciendo: “Madrid han sido muchos años, no me gusta hablar y no me gustan las despedidas. Volveremos a vernos aunque sea en la otra vida”…