De vez en cuando me topo con alguien que no conoce a Etta James. Que me mira como quien acaba de pronunciar una palabra en suajili. Alguien que, como mucho, le suena vagamente el I Just Want to Make Love to You. Quizás porque la haya escuchado en algún anuncio televisivo o escondido en alguna banda sonora.
Para quien todavía no ha entrado de lleno (y créeme que es un acto muy recomendable) en la magia, la fuerza y el desgarro de Etta James, aquí tiene una lista de 10 canciones que le ayudarán a conocer -e incluso amar- a la cantante. No están, por supuesto, todos los grandes temas de la artista, pero sí que estas 10 joyas sirven para hacerse una idea bastante completa de su legado musical.
Al final del listado encontrarás un reproductor de Spotify para escuchar directamente las canciones aquí incluidas.
Etta James – A Sunday Kind of Love
Yo no quiero un amor de viernes, ni de sábado por la noche. Yo quiero un amor de domingo.
¿Cuántas relaciones duran lo que dura una noche? Como en el cuento de la Cenicienta. A la mañana siguiente, la carroza se ha convertido en una calabaza. Y el príncipe, en una rana.
Pero Etta James reivindica en esta canción los amores de domingo. De pantuflas, manta y sofá. De charla de café. Ese amor que no sale corriendo en cuanto amanece, como si fuera un vampiro o vampiresa.
A Sunday Kind of Love es un clarísimo ejemplo de lo que Etta James hacía cuando le daban una balada. Su voz desgarradora hace que la letra te alcance más todavía. Que te entren ganas de encontrar tú también ese amor de domingo.
Etta James – I’d Rather Go Blind
No. No lo puedo soportar. Antes me quedo ciega que verte marchar con otro.
Una de las especialidades musicales de Etta James fueron los auténticos dramas. Era un reflejo de su propia vida personal, plagada de fracasos sentimentales y unos antecedentes familiares duros. Si a esto le sumamos una voz potente y (siento repetirme) desgarradora, como nadie más la ha tenido, tenemos como resultado unos dramas musicales que te atraviesan el alma.
Escuchas cantar a Etta James este I’d Rather Go Blind y te parece que te está contando su propia vivencia personal. ¿O es que era así?
Etta James – Something’s Got a Hold on Me
Un artista alcanza el Olimpo musical cuando es capaz de transmitir las dos facetas. La de la tragedia, como hemos visto en la canción anterior. Pero también la del ritmo musical acelerado. Y las ganas salvajes de gritar, bailar y participar de un aquelarre. O de dar palmas, como si estuvieras en una misa del Bronx.
Something’s Got a Hold on Me tiene ese algo de catarsis. Esa energía que transmite la voz de Etta James y que hace que sientas un irremediable deseo de levantarte de tu asiento. Porque, de verdad, si no lo haces, tienes un nivel demasiado alto de horchata en la sangre.
Etta James – All I Could Do Was Cry
¿Tienes ya un pañuelo a mano? Pues agárralo bien porque lo vas a necesitar. Volvemos a su faceta de drama, que tan bien se le daba.
Etta James escucha el sonido de las campanas de una iglesia. Entra y allí mismo, ante sus ojos, asiste ante un doloroso espectáculo. Una boda. Pero no una cualquiera. Una boda donde el protagonista masculino es, por supuesto, su amor.
«Hasta que la muerte nos separe»… y Etta James comenta que cada palabra es como una puñalada en su corazón. ¿Te dije o no te dije que tuvieras el pañuelo a mano?
Etta James – At Last
Pero alguna vez tenía que salirle bien la jugada ¿no?. Pues sí. Afortunadamente Etta James también tuvo su minuto de gloria. Cuando POR FIN (At Last) encontró al amor de su vida.
Volvemos al formato balada. Pero sin drama. Balada de agarrar a tu pareja de la cintura y bailar como si el tiempo se hubiera detenido. Como si nada ni nadie más importara. Porque de eso va este At Last.
Como ya comentamos aquí en JUKEBOX, no en vano es la canción más solicitada para bailar en los banquetes de boda. Y no es para menos.
Elegancia elevada al nivel del Olimpo de las grandes artistas de la música. Y probablemente la canción que, a día de hoy, más se asocia con Etta James.
Etta James – I Just Want to Make Love to You
Pero la cantante era algo más. También sabía tener ese lado salvaje. Sí, sexual, por supuesto. Lo único que quiero es hacerte el amor. Así. Sin tapujos. Ni indirectas.
Y si esa frase te la suelta un chorro de voz como el de Etta James, a ti te sube automáticamente la temperatura corporal unos grados. Por algo fue uno de esos temas que tan bien encajó en una escena cinematográfica. En los años 80, medio mundo descubrimos a Kim Basinger seduciendo a Mickey Rourke en una película titulada Nueve semanas y media. Algunos sólo se quedaron con el baile de la rubia. Otros además se quedaron también con esa canción tan potente que casi le quitaba el protagonismo a las curvas de la actriz.
Etta James versionando a Otis Redding
Si de verdad quieres valorar la calidad de un artista, escúchale en directo. Porque allí es donde el artista se la juega. Ahí no hay retoques de estudio que valgan.
Desgraciadamente hay pocos directos grabados en disco que se conserven de Etta James. Pero hay uno al menos Live from San Francisco que vale la pena escuchar entero de principio a final, de final a principio y luego repetir otra vez.
En este directo Etta James demuestra lo que estoy comentando en este listado. Lo mismo te pasa de una balada demoledora a un tema marchoso de esos que destroza las pistas de baile y lo que no son pistas de baile.
Pues ojo con la pista 7 de ese directo. Porque ahí ya es el batido perfecto y explosivo. Un repaso a varias canciones de ese otro gran cantante que fue Otis Redding. Hard to Handle para mover las caderas con esa dosis de soul puro, sin aditivos ni colorantes. Música negra 100%. De ahí pasa, sin anestesia que valga, a ese baladón que es Just One More Day donde se te han quitado de golpe las ganas de bailar y casi de vivir.
Pero no te preocupes, que antes de que las lágrimas te nublen la vista, Etta James cambia de ritmo y ataca (porque es un ataque directo a tus pies) con el I Can’t Turn You Loose. Aquí ya ha resucitado hasta los cactus del desierto.
Etta James – Tell Mama
Es quizás la canción más convencional. En el sentido de que parece un sencillo casi pop, manufacturado para gustar a todos los públicos. No en vano es uno de los primeros éxitos en la carrera musical de Etta James.
Una canción más correcta y dirigida para no molestar a las audiencias blancas. Todavía no muestra toda su fuerza. Pero, claro, es tan incontenible, que incluso cuando intenta contenerse, no puede evitar que le salgan esos tonos desgarradores que ya dejaban adivinar por dónde iría su legado musical.
Etta James – Spoonful
Pobre Harvey Fuqua. Cualquier otro cantante que osara a cantar un dúo con Etta James palidecía a su lado. Este es uno de los pocos dúos grabados por la cantante. Y hay que decir que Harvey Faqua intenta defender su papel con bastante acierto.
Pero, claro, insisto… al lado de Etta James cualquiera pasa desapercibido. Si la grabación fue conjunta, imagino las caras del pobre Harvey cada vez que Etta James soltara uno de sus gritos musicales. Nadie podía con ella.
Etta James – Baby What You Want Me to Do
Y cierro la (siempre difícil) selección de sólo 10 temas que demuestren la calidad musical de Etta James o que sirvan para atraer a nuevas audiencias con un blues. En otro de esos escasos directos grabados en álbum, uno que se llama Rocks the House, Etta James hace su propia versión del tema Baby What You Want Me To Do.
Mira, si no tienes tiempo de escuchar estos 10 temas que te he propuesto, no le des más vueltas. Vete directo a este último. Escúchalo. Y, de verdad, si después de hacerlo no te entran ganas de escuchar la discografía completa de Etta James, no sigas. No hay nada que hacer.