Es una de esas versiones donde el artista se lleva la canción a su terreno. Y casi la hace propia.
Una canción que podrían cantar muchas personas que no necesitan tener miedo de fantasmas o vampiros.
Nos quedamos con ese mensaje de mantenerse alejados de las mujeres psicópatas dulces.
Su historia es curiosa. Aunque nacieron en el momento adecuado, no tuvieron suerte.
Un tema que está unido para siempre a la portentosa y espeluznante voz de este cantante.
Al final del viaje de Sad Boy solo queda el eco de una tierra nocturna estancada y demasiado oscura.