Hey Cats, ¿cómo va la vida en vuestros callejones? ¿Teníais planeado viajar en el tiempo esta mañana cuando os levantasteis, en este precioso domingo de septiembre? El sol, el cielo, la luz, la amistad, la vida. Creo en el optimismo como si fuera una religión.
Nuestro año de hoy es 1933, y tal y como ayer mismo me recordó Emilio, mi amigo y productor, fue el año en el que Astolfo Hinkle, como lo llamaba Chaplin, es nombrado canciller en Alemania. El partido Nazi gana las elecciones con un 43% de votos, y se aprueba por votación en 1933 conceder plenos poderes a Hinkle. Es el comienzo de la pesadilla supremacista de la raza aria. Y precisamente por ese motivo, como me animaba a hacer Emilio, es el momento perfecto para pinchar por primera vez en la sección a Django Reinhardt, el rey del manuche gitano.
Nacido en Bélgica en 1910, Jean, apodado Django, se crió en un campamento gitano a las afueras de París y demostró una habilidad singular tocando el banjo ya en su infancia. En 1928, en un incendio accidental en su caravana le hizo perder la movilidad de dos dedos de su mano izquierda, y casi le lleva a perder la pierna. Fue, parece ser, durante el periodo de recuperación en el que Dajngo descubrió el jazz y el swing, y a su vez, eso hizo que el jazz y el swing, descubrieran a Django Reinhart.
Adorado por los nazis en sus conciertos durante la ocupación francesa, mientras su pueblo era perseguido y masacrado en el corazón de Europa (no olvidemos un genocidio de medio millón de personas de esta etnia) Django intentaba mantenerse alejado de la guerra y la muerte y tocaba música y nada más. Estamos hablando del primer músico europeo en influir realmente en el jazz, y su forma de tocar sería decisiva en el nacimiento del western swing y algunas otras ramas de la música country.
Como no podía ser de otra manera, el mismo Duke Ellington trabajó con Django como solista, y con su guitarra conquistó los corazones de innumerables músicos, como el propio Les Paul (sí, ese, el de la guitarra Gibson Les Paul) y llegó hasta sumergirse en las profundidades del bop. Hoy la figura de Django sigue siendo adorada por todos, pero bueno, también siguen existiendo refugiados hostigados y discriminados en el corazón de Europa. Hay cosas que se resisten a cambiar.
Django me ha acompañado mucho en mi vida, y para mí representa muchas cosas. Pero la más importante de ellas es precisamente ese concepto de pureza perseguido por aquellos fanáticos, pero esta pureza no está en la raza, sino en el espíritu. Cuando escucho a Django puedo recordar cosas que no he vivido, conecto con algo lejano y ajeno que Django me hace sentir propio. Cuando escucho a Django es como cuando voy al cine y soy capaz de vivir otras vidas, todas las vidas, y veo que verdaderamente, todos somos una sola cosa.
En 1933 Django tocaba en varios cafés de Orleans hasta que en 1934 el jefe del Hot Club, Pierre Nourry, le propuso que formara una banda de cuerdas en la que estarían él y el violinista Stéphane Grappelli. En algún punto de esa época, entre el 34 o 35, corresponde esta grabación de gipsy swing que vamos a escuchar y que quiero dedicar especialmente a mi amigo Gijoe. Y sí, he elegido precisamente este tema por ser uno de aquellos en los que podemos escuchar una trompeta acompañando a las cuerdas de Django. Queridos cats, el Quintette du Hot Club of France interpreta, solo para vuestras orejitas gatunas , Avalon.