Hoy el protagonista es el propio jazz, el blues añejo de los primeros 20, que en aquellos entonces comenzaba a ser un negocio rentable, empezaba a ganar popularidad y a atraer promotores que veían un negocio prometedor, sobre todo en Chicago y Nueva York. Pero a pesar de eso, tenemos que recordar que estamos ante un fenómeno rupturista y transgresor el del jazz. Amigas y amigos míos, ya sabéis que es éste en parte el espíritu de la sección.
Imaginaos que por aquel entonces Anne Faulkner, crítica estadounidense llamaba al jazz destructiva disonancia, aduciendo que esta música era el pecado en síncopa, y el clérigo y prestigioso escritor norteamericano Henry Van Dyke jr lo describía como «una cacofonía absoluta, una especie de música inventada por demonios para la tortura de imbéciles».
Pues bien, vamos a entregarnos a esa música del diablo escuchando un tema compuesto en 1922, nuestro año de hoy por Jack Pettis, Billy Meyers y Elmer Schoebel. Un tema grabado por primera vez por The New Orleans Rhythm Kings el 29 de agosto de 1922 en Richmond, Indiana. Sin embargo, vamos a escuchar la versión algo más moderna del único e inigualable Buddy Rich, el batería de Nueva York que descubriera el jazz en el 38, y que tocara desde entonces con Joe Marsala, Bunny Berigan y Artie Shaw.
Esta versión, queridos cats, contiene nitroglicerina pura, suficiente plutonio radioactivo para manteneros calientes hasta marzo. Dedicada a todos nosotros, los imbéciles amantes del la música del demonio, especialmente dedicado a mi imbécil favorito, que se sube a los escenarios de todo el país con su más que recomendable e Imbécil espectáculo. Va por ti, Alex O´Dogherty. Buddy Rich en vivo desde Chez Club de Hollywood.