El hermano del clarinetista Johnny Dodds tocaba ya los tambores a los 16 y desarrolló muy pronto una teatralidad genial. Tocó con King Oliver allá por el 22 y después tocó en Chicago otros 20 años más antes de marcharse a Nueva York y tocar en una de las primeras épocas revival de jazz clásico con Buck Johnson.
Como sabéis seguimos buceando en los orígenes del jazz, y hoy nos toca reparar en el primer percusionista de la historia que le dio importancia a los tambores más allá de la usual dedicación de marcar el ritmo. Experimentó con los solos, con el liderazgo de la percusión y marcó muchas de las bases que durante décadas han servido de ejemplo y modelo para el desarrollo del jazz. Baby Dodds murió en las 50 después de una serie de ataques al corazón, pero vivió lo suficiente para motivar e inspirar a una joven generación de creadores deseosos de romper moldes. Naturalmente, hablamos de la generación del bebop.
El fragmento que escuchamos en este programa ejemplifica a la perfección esa inventiva en la improvisación que ha fascinado a varias generaciones de percusionistas. Max Roach en 1981 vino a decir de Baby Odds «este man va más allá de la creación de los solos. Es capaz de inventar texturas, ritmos y sonidos y adaptarlos perfectamente a aquellos que le acompañan».
Hay algo que conviene recordar ahora que transitamos la historia primitiva de la música negra americana. Durante la rebelión de esclavos de Stono en 1739 los tambores se usaron como señal de ataque a la población blanca. Precisamente en ese contexto, el edicto del condado de Nueva Orleans que establecía legalmente un sitio para que pudiera haber legalmente música y danza de la población negra supone un grado de tolerancia importante, que hizo posible el desarrollo del jazz, su ritmo y sus tambores.
Como un increíble anticipo de lo que llegaría a ser la potencia de la improvisación mucho más tarde, en el bebop de los 50 escuchemos la efervescencia endiablada del ritmo y el compas en esta pieza del Baby Dodds Trio. Notad especialmente hacia el segundo minuto los cambios en el sonido de la percusión, haciendo sonar de pronto las baquetas desnudas y recuperar sin esfuerzo la contundencia de nuevo de toda la percusión.
Con vosotras y vosotros, Baby Dodds Trio y A Wolverine Blues