El 3 de febrero de 1959… ese día (dicen) que murió la música. Y lo dicen porque aquel día un terrible accidente de avión acababa con la vida de 3 cantantes. En esa avioneta viajaban The Big Bopper y Buddy Holly. Pero no iba solos. En total eran 3 cantantes. Junto a ellos también estaba alguien llamado Richard Steven Valenzuela.
Quizás su nombre no te suene. Pero si te digo que su apodo artístico era Ritchie Valens, te empieza a sonar. Y si te digo que Ritchie Valens es el autor de La Bamba entonces ya sí que sabes de quién hablo.
Este cantante cogió una melodía folk mexicana tradicional del estado de Veracruz, llamada La Bomba. Que también había sido grabada como El Jarocho.
Esta es la grabación más antigua que se conserva de este estilo que mezcla un poco de español, con un poco de aires indígenas y de toques musicales africanos. Quien aquí cantaba se llamaba Alvaro Hernández Ortiz. La grabación es de… OJO… 1938.
Pues bien, llega Ritchie Valens, hijo de mexicanos, coge esta canción tradicional, le da un vuelco total, la pinta de rock de arriba a abajo…. y curiosamente, como no se fía del todo de que vaya a tener éxito, la deja simplemente como una cara B del single de otro tema titulado Donna. Balada pop de 1958 que, aunque también tuvo éxito, quedó claramente eclipsada años después con el triunfo arrasador de La Bamba.
También hay que decir que el éxito real le llegó a Ritchie Valens muchos años después. Pero muchos. Recuerda que su versión de La Bamba salió en 1958, apenas unos meses antes del fatídico accidente de avión.
Pues bien, tuvo que llegar la década de los 80 para que Hollywood se animara a hacer una película sobre la vida de Ritchie Valens titulada, cómo no, La Bamba. Y que otro grupo llamado Los Lobos se llevara el reconocimiento por la canción para que la gente se empezara a dar cuenta de que realmente había habido un La Bamba roquero innovador muchos años antes. En 1958.