Hey Cats, ¿cómo va la vida lejos de vuestros callejones? Arena y sol, nubes y tormentas, ciudades y ruido. Alguien me dijo una vez que todos los lugares del mundo se parecen un poco. Nosotros hemos regresado a nuestro eterno retorno temporal, aunque si lo pensáis bien no existen los viajes de vuelta. Todos los viajes son de ida.
Para todos aquellos que escucháis la sección por primera vez esto amigos, es un viaje inverso en el tiempo, que arrancamos en un ya lejano 1950, y que pensamos llegará a conducirnos un siglo hacia atrás, hasta 1850. Nuestro propósito es escuchar los rompepistas con los que se divertían nuestros antepasados, antes de que irrumpiera en la escena el todopoderoso rock and roll. Qué les conmovía, qué les hipnotizaba, con qué temas se enamoraban, se odiaban o se deseaban. Muy a menudo en nuestra sección, como cantan León Benavente, comprobamos lo modernos que eran los artistas en los tiempos antiguos, y lo antiguos que son los artistas en los tiempos modernos.
En anteriores episodios, hemos viajado año por año, programa a programa 15 años. Nos encontramos ya en 1935. El año queridos cats, en el que se estrenó Una Noche en la Opera
La sexta película de los hermanos Marx, la primera que hicieron para la Metro. Me he prometido a mi mismo no hablar mucho de temas potencialmente infinitos, y Los Hermanos Marx lo son. Solo comentaré porque va mucho con la propia idea motor de la sección, que existe la leyenda de que la famosa escena del camarote pudo haber sido concebida y escrita por el mismísimo Buster Keaton. Por aquel entonces vivía en una caravana sumido en el alcohol, preso de una terrible depresión por no haber conseguido encajar en el sistema de estudios que a su entender profanaba el verdadero espíritu de la comedia.
1935 fue el año en el que murió Fernando Pesoa el poeta, en un hospital de Lisboa. Fue el año en el que Juan De La Cierva realizó en Madrid su impresionante vuelo con el autogiro, alcanzando muchísima altura y en el que se estrenó en México la que para muchos es la mejor película mexicana de todos los tiempos. Vámonos con Pancho Villa de Fernando Fuentes.
Para escuchar nuestro primer tema nosotros viajamos hasta Chicago. Allí Meade Lux Lewis, abandonaba el violín tras la muerte del pesado de su padre y lo sustituye por el piano, que era el que a él le entusiasmaba en verdad. En 1927 graba por primera vez el melocotonazo que vamos a escuchar, pero entonces, este tema pasa completamente desapercibido. En 1935, casi diez años después, tras ser descubierto por John Hamond, el mismo productor que descubrió, no sé a Bob Dylan, Count Basie, Aretha Franklyn, Bruce Springsteen o Leonard Cohen vuelve a grabarlo y es este tema el que le sirve de re lanzamiento de su carrera musical y hace nacer un estilo que hizo las delicias de los jóvenes en los treinta: el Boogie Woogie. El que vamos a escuchar es uno de estos temas con fuerza creadora, que ha sido crucial en la inspiración de temas posteriores, de los Rolling o James Brown, entre otros, además de haber sido versionado en si mismo por músicos increíbles.
Hasta el último momento he dudado en pincharos la estupenda versión en duelo de pianos de Keith Emerson y Oscar Peterson, que os recomiendo con locura, pero en honor al creador original del Boogie Woogie, nuestro fabuloso gordito Meade Lux Lewis, os pincho la versión original que grabó para el sello Parlophone en 1935. Fijaos que fue una grabación para un sello británico, ya que ningún sello americano tuvo confianza el tema.
Amigos, preparad las caderas para Honky Tonk Train Blues.
