Te voy a contar una historia…
Yo tenía un amigo que era un gran deportista. En los tiempos de Instituto, podía lanzar una pelota a la velocidad del rayo y hacerte parecer un tonto. Pues bien, le vi la otra noche en un bar de carretera. Yo entraba. El salía. Los dos volvimos dentro y nos tomamos unas cuantas copas. Pero de lo único que hablaba él era de “aquellos días gloriosos”. GLORY DAYS. Te adelantan. GLORY DAYS. En un abrir y cerrar de ojos.
Como quizás habrás adivinado, esta historia no es mía. Es la historia que narra la canción GLORY DAYS de BRUCE SPRINGSTEEN. Un tema que me parece muy apropiado para la ocasión. Porque hay gente, como los personajes que desfilan por esta canción, que viven anclados al pasado. Son esos miembros de la secta llamada “cualquier tiempo pasado fue mejor”.
Son esos inmovilistas que no te dejan disfrutar del presente. Que no quieren que tú encuentres la gloria en el ahora y aquí. Porque la gloria siempre está en un inexistente pasado que ni siquiera existió. Porque lo que ellos ven del pasado es una fotografía fija que sólo reside en su imaginación. Una foto, eso sí, llena de retoques. Nada que ver con la imagen original.
Quiero creer que BRUCE SPRINGSTEEN con esta canción lo que nos invita a pensar es que los días gloriosos en realidad no están en el pasado. Sino que pueden empezar un día cualquiera. Hoy mismo ¿por qué no?…