Lucifer On The Moon es un disco tan atractivo como su original y como te decía mucho más barroco y lleno de ecos.
Mezcla la actitud de indie-rock con el lirismo y la voz inconfundible de Sarah Shook.
Yellowman escribe muchos de sus trabajos con letras sexualmente explícitas.
Con tristeza miro mi moneda extra, pero con alegría de usarla para alzar su voz y que resuene en el eco de la memoria.
Ha sido parte de la banda sonora de tantas graduaciones y comedias de situación que se siente como del dominio público.
Una inmensa cantidad de imágenes líricas y sensaciones de oportunidades perdidas se condensan en 7 minutos.